¿Cuál es el queso preferido por los latinos en Francia?

Conoce cuál es el queso preferido por los latinos en Francia. Del queso crema al camembert, conoce cómo adaptan su paladar los latinoamericanos al vivir en el país de los 400 quesos y sus preferencias gastronómicas.

VIDA EN FRANCIAMIGRACION

8/6/20256 min leer

El queso preferido por los latinos en Francia es el queso crema, seguido muy de cerca por el gouda y el camembert adaptado a los gustos latinoamericanos. Esta preferencia se debe principalmente a la familiaridad con texturas cremosas y sabores suaves que recuerdan a los quesos frescos tradicionales de América Latina, como el queso blanco venezolano, el queso fresco mexicano o la cuajada colombiana.

Vivir en Francia como latino significa enfrentarse a una de las tradiciones gastronómicas más ricas del mundo en cuanto a quesos se refiere. Con más de 400 variedades diferentes, el país galo ofrece un universo de sabores, texturas y aromas que puede resultar abrumador para quienes venimos de culturas donde el queso, aunque importante, no tiene la misma diversidad ni protagonismo en la mesa diaria.

La adaptación del paladar latino al queso francés

Cuando llegamos a Francia, uno de los primeros choques culturales gastronómicos se produce precisamente en la sección de quesos del supermercado. Los estantes repletos de opciones pueden generar desde fascinación hasta cierto rechazo, especialmente cuando nos encontramos con quesos de olores intensos o texturas completamente desconocidas para nuestro paladar.

La mayoría de los latinos en Francia comienzan su experiencia quesera con variedades suaves y cremosas. El queso crema se convierte en el primer refugio, no solo porque su sabor es familiar, sino porque su versatilidad permite usarlo tanto en preparaciones dulces como saladas, recordando las aplicaciones que dábamos a los quesos frescos en nuestros países de origen.

El proceso de adaptación suele ser gradual. Muchos inician con quesos pasteurizados de supermercado, que tienen sabores más estandarizados y menos intensos que los quesos artesanales de las fromageries tradicionales. Esta transición permite que el paladar se vaya acostumbrando progresivamente a los matices y complejidades del universo quesero francés.

Los favoritos indiscutibles de la comunidad latina

Después del queso crema, el gouda holandés disponible en Francia ocupa un lugar especial en las preferencias latinoamericanas. Su textura firme pero suave, su sabor ligeramente dulce y su capacidad para derretirse bien lo convierten en una opción ideal para gratinar, preparar salsas o simplemente comer solo. Muchos lo describen como un punto intermedio perfecto entre lo familiar y lo europeo.

El camembert representa un caso interesante de adaptación. Aunque inicialmente puede resultar intimidante por su corteza blanca y su aroma característico, muchos latinos desarrollan una apreciación especial por este queso cuando se consume joven y menos maduro. En esta etapa, su textura es más firme y su sabor menos intenso, recordando vagamente a algunos quesos frescos latinoamericanos.

El brie también gana adeptos entre la comunidad latina, especialmente cuando se presenta en versiones más suaves. Su cremosidad y la posibilidad de untarlo sobre pan lo hacen atractivo para quienes buscan texturas familiares en sabores nuevos.

Quesos que generan resistencia inicial

Curiosamente, algunos de los quesos más emblemáticos de Francia encuentran mayor resistencia entre los paladares latinos. El roquefort, con su sabor intenso y sus vetas azules, suele ser uno de los más rechazados inicialmente. Su salinidad extrema y su aroma penetrante contrastan drásticamente con los sabores suaves y frescos a los que estamos acostumbrados.

Los quesos de cabra, aunque eventualmente pueden ser apreciados, también generan resistencia inicial. Su acidez característica y su aroma particular resultan extraños para quienes están habituados principalmente a quesos de vaca. Sin embargo, con el tiempo, muchos latinos desarrollan una apreciación especial por el chèvre frais, especialmente cuando se combina con miel o mermeladas.

Los quesos muy maduros, como el munster o el maroilles, representan un desafío aún mayor. Sus olores intensos y sabores complejos requieren de una educación del paladar que puede tomar años desarrollar.

La influencia de la cocina latina en el consumo de quesos

Una característica interesante del consumo de quesos entre latinos en Francia es cómo adaptamos estos productos a nuestras tradiciones culinarias. El queso crema se convierte en ingrediente para postres que recuerdan al tres leches o la tarta de queso. El gouda se incorpora en arepas, empanadas o como relleno de tequeños caseros.

Esta fusión gastronómica crea nuevas formas de consumo que no son típicamente francesas ni completamente latinoamericanas. Se desarrolla una cocina híbrida donde los ingredientes franceses se preparan con técnicas y combinaciones latinoamericanas.

Muchos latinos también buscan en los quesos franceses sustitutos para preparaciones tradicionales. El gruyère rallado puede reemplazar al queso amarillo en una pasta con queso al estilo venezolano, mientras que el queso crema puede sustituir la ricotta en preparaciones que recuerdan a postres de nuestra infancia.

El factor económico en las preferencias

Las preferencias queseras de los latinos en Francia también están influenciadas por factores económicos. Los quesos artesanales de alta calidad pueden representar un gasto considerable en el presupuesto familiar, especialmente para quienes están en proceso de establecerse en el país.

Por esta razón, muchos optan por quesos de supermercado de marcas reconocidas que ofrecen calidad decente a precios más accesibles. El queso crema en sus versiones comerciales, el gouda joven o el camembert de marca blanca se convierten en opciones frecuentes no solo por su sabor, sino también por su relación calidad-precio.

Esta realidad económica también explica por qué algunos quesos especializados o de denominación de origen protegida tardan más en ser incorporados a la dieta regular de los latinos recién llegados.

La evolución del gusto con el tiempo

Una de las observaciones más interesantes es cómo evolucionan las preferencias queseras de los latinos con el tiempo de residencia en Francia. Quienes llevan varios años en el país suelen desarrollar un paladar más aventurero y apreciativo de la diversidad quesera francesa.

Los sabores que inicialmente generaban rechazo pueden convertirse en favoritos después de años de exposición gradual. No es raro encontrar venezolanos que después de una década en Francia han desarrollado una pasión por el roquefort o que disfrutan genuinamente de un camembert bien maduro.

Esta evolución también se ve influenciada por la socialización con franceses y la participación en tradiciones locales como las cenas donde el plato de quesos es protagonista. La presión social positiva y la curiosidad cultural gradualmente amplían los horizontes gastronómicos.

Consejos para la exploración quesera

Para los latinos que desean explorar el mundo de los quesos franceses, la recomendación es comenzar con variedades suaves y gradualmente aventurarse hacia sabores más intensos. Los vendedores en las fromageries suelen ser muy conocedores y pueden recomendar quesos según las preferencias individuales.

Una estrategia efectiva es comprar pequeñas porciones de diferentes quesos para probarlos sin hacer una gran inversión. Muchas fromageries ofrecen degustaciones que permiten experimentar antes de comprar.

También es útil informarse sobre las mejores formas de conservar y servir cada tipo de queso. La temperatura, el tiempo fuera del refrigerador antes de servir y los acompañamientos adecuados pueden hacer la diferencia entre disfrutar un queso o rechazarlo.

El mundo del queso francés representa una aventura gastronómica que puede enriquecer significativamente la experiencia culinaria de cualquier latino viviendo en Francia. Aunque las preferencias iniciales tiendan hacia lo familiar y suave, la apertura gradual a nuevos sabores y texturas puede abrir un universo de posibilidades gastronómicas que eventualmente se convertirán en parte integral de la nueva identidad culinaria híbrida que desarrollamos como inmigrantes.

Mi humilde opinión: particularmente yo no he tenido problemas adaptándome a los quesos franceses. Los he adorado desde el día uno en que llegué. El comté, el Tomme se han vuelto mis preferidos. Cosa que no quita que añore un buen queso de mano venezolano, o un Guayanés. Pero entiendo que para todos no es fácil la adaptación. Déjame saber en los comentarios cual es el queso francés que más te ha gustado y cuál es ese queso de tu país de origen, que extrañas.

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