Entrevista conmigo mismo
Con motivo de mi cumpleaños número 50, decidí hacerme una entrevista. Con 50 preguntas (una por cada año), inspirado en un programa que ví del desaparecido Carlos Omobono, quien una vez se auto entrevistó.
REFLEXIONES
3/17/202122 min leer


Con motivo de mis 50 años, que estoy cumpliendo el día de hoy, quise hacer algo totalmente diferente a lo que viene siendo este blog.
Esta es una idea que vengo manejando desde hace muchísimo tiempo. Y no es un invento mío: para los que son contemporáneos conmigo, en aquellos años 90 (finales de los 80) apareció en Televen (Canal 10 en la televisión venezolana) un divertido programa conducido por un personaje muy interesante llamado Carlos Omobono. Polifacético, ha trabajado como actor, escritor de obras de teatro, periodista, conductor de programas en radio y lo que para mí fue su faceta más conocida, entrevistador. Dicho programa se llamó, “Tu y yo con….” En ese programa, Carlos entrevistaba personajes de la farándula, artistas, etc. siempre con ese toque justo de humor que lo caracterizaba. En cierta ocasión, el programa o entrevista ¡¡Era a sí mismo!!
Todo un espacio televisado en el que él mismo se hacía preguntas y las respondía. Eso me pareció un concepto genial (desconozco si él fue el creador). Y desde entonces me quedó la idea de que sería interesante hacer algo similar. Así pues, una vez dados los créditos, les presento mi versión de esta auto entrevista.
50 preguntas a Wilmer Lizardo
Por Wilmer Lizardo
1) ¿Dónde y cuándo naciste?
Nací en la ciudad de Caracas, Venezuela, el 17 de Marzo de 1971. En la Policlínica Santiago de León, en La Florida.
2) ¿Cuál es tu nombre completo?
Me llamo Wilmer Alfredo Rafael Lizardo Calderón. Si, 3 nombres jajaja. No es muy común conocer gente con tantos nombres. Según entiendo solo la realeza pone esos nombres tan largos. En persona, solamente conozco una persona con tantos nombres, incluso más que yo, se llama Christian Enrique Andrés David (los apellidos me los reservo). Y también sé que el bajista de Metallica (una de mis bandas de rock favoritas) conocido simplemente como Robert Trujillo, se llama en realidad Roberto Agustín Miguel Santiago Samuel Trujillo Veracruz.
3) Hablando de nombres, ¿Tienes algún apodo?
No tengo uno, ¡¡Tengo varios!! Y es muy divertido porque según la persona con quien hable, me llamará con el apodo de esa época de mi vida. Cuando me inicié en el mundo de la cocina, en uno de los restaurantes donde trabajé, me llamaban “La Babosa”, haciendo alusión al pequeño gusanito que a veces traen las lechugas. Una vez le oí decir a una cocinera dominicana que la lechuga tenía una babosa y la palabra me hizo tanta gracia que la empecé a repetir como loco “babosa, babosa, babosa” y al poco tiempo todos me llamaban así en el restaurante. Por esa época, también trabajé en otro restaurante donde era el mayor de los cocineros (por mi edad). Le llevaba como 10 años a todos. Entonces me apodaron “El Abuelo”.
A los 16 años tuve una banda de rock (soy guitarrista) y debido a algunos episodios con los tragos, me gané el apodo de “Vomi”, sobre lo cual no voy a profundizar mucho.
Pero sin lugar a dudas, el apodo más generalizado y popular, por el que me conoce la mayoría de mis amigos es el de “Fuimas”. Contrario a lo que la mayoría piensa, no tiene nada que ver con las palabras “fui” y “mas”, sino que en mi último año de bachillerato, un compañero me empezó a llamar “Wimas” y al entrar a la universidad, me preguntaron mis nuevos compañeros que como me llamaban en el colegio. Yo les dije que “Wimas”, y pues bueno, Wimas fue derivando en Fuimas y así me quedé.
4) Has hecho referencia ya 2 veces al rock. ¿Es tu música favorita?
Sin lugar a dudas. A través de los años he escuchado muchos estilos musicales. Pero el que más me atrapó desde niño fue el rock. El rock y el blues. Tuve una época (mediados de los 2000) en que me presentaron la música electrónica (Trance) y quedé bastante enganchado, pero no la oigo todo el tiempo. ¡Rockero hasta la muerte!
5) En la banda de rock que dijiste haber tenido a los 16 tocabas la guitarra. ¿Aun la tocas?
A pesar de que amo la guitarra y me sigo sintiendo guitarrista, no me puedo hacer llamar guitarrista, por el simple hecho de no tocar con regularidad. En este momento tengo más de 4 años sin haber tocado una guitarra. Los conocimientos siguen allí, la pasión también, pero la destreza se esfumó por completo.
6) ¿Estudiaste el instrumento o solo lo tocas de oído?
Las 2 cosas. A los 13 años mis padres me regalaron mi primera guitarra. Era una guitarra acústica. Y de inmediato me puse en clases con una profesora. Aprendí lo básico, luego entré en una escuela de música pero era muy flojo y no estudiaba. El solfeo mayormente me agobió.
Después tuve mi primera guitarra eléctrica y me fui enamorando más y más del rock. A los 15 tuve otra profesora de guitarra, excelente: me enseñó a leer partituras y todo. Pero cada vez más lo que yo quería era rockear. Hasta que dejé las clases, dejé la guitarra clásica de lado y me dediqué al rock, de oído.
Al salir de la banda, casi a los 18 años, toqué varias veces con amigos de la universidad que eran aficionados a la guitarra como yo. Pero nunca más tuve un grupo. Progresivamente fui abandonando el instrumento.
7) ¿Aparte de la guitarra, tocas algún otro instrumento?
Me encanta también el bajo. De hecho me compré uno en 2010 y lo estuve tocando bastante hasta 2016. En general me encantan todos los instrumentos de cuerda menos el violín.
8) Entonces, siendo venezolano, debes tocar el cuatro, ¿No?
Lamentablemente no lo sé tocar. Lo he intentado y me encantaría aprenderlo, pero nunca me he dedicado. Está en mi lista de “pendientes”.
9) Más arriba hablaste de la universidad y también mencionaste haber trabajado en restaurantes. ¿Tienes alguna profesión?
De profesión soy ingeniero mecánico. Me gradué en la Universidad Metropolitana (Caracas). Sin embargo, es una profesión que ejercí muy poco. Básicamente los primeros años después de graduado, trabajé en empresas de construcción, siempre en el área de maquinaria pesada. Tractores, palas mecánicas, grúas, pay loaders, todo ese tipo de cosas. Luego me aventuré a tener mi propia empresa.
10) Háblanos de tu primera empresa. ¿Aún la tienes?
Mi primera empresa fue un negocio de alquiler de equipos para la construcción. Yo venía de trabajar en una constructora muy grande y noté que a pesar del tamaño de la compañía, ellos alquilaban muchos equipos por fuera. Allí vi una oportunidad de negocio y me lancé al agua.
11) ¿Recuerdas cuanto invertiste?
Para aquel momento, era el equivalente a unos US$ 15.000. Realmente era una empresa mínima, pero tenía lo necesario para la operación que yo quería manejar. Parte del capital lo puse con mi liquidación de la constructora y la otra parte fue un préstamo de mi mamá.
12) ¿Cuántos empleados llegaste a tener?
Bueno, siempre fui yo solo. Me encargaba de prospectar y conseguir clientes, visitar las obras, yo mismo llevaba los equipos y los retiraba. La publicidad también la hacía yo: incluso llegué a tener un mini programa de radio semanal, en el cual hablábamos sobre pequeñas reparaciones caseras, se llamaba “Hágalo usted mismo” y por supuesto mi pequeña empresa era patrocinante/anunciante del espacio.
Si hablamos de empleados, solo tuve una chica que contrataba a destajo como contadora. Fuera de eso, era yo solo. También tuve una especie de asesora, que era una amiga con un negocio similar al mío pero 20 veces más grande. De ella aprendía como hacer las cosas, como redactar los contratos de alquiler, me basaba un poco en sus precios también. Incluso algunas veces cuando ella no se daba abasto para atender clientes, me los refería a mí. Y de igual forma, cuando a mí me pedían algo que yo no tenía, los ponía en contacto con ella. Era una simbiosis si se quiere. Productiva para ambos.
13) ¿Por qué decidiste cerrar la empresa?
Hoy en día digo que por impaciencia y falta de madurez. Luego de casi un año de operaciones, sentía que no estaba generando lo que yo quería y decidí abandonar el proyecto. En pocas palabras, si en un año no me había hecho millonario, ¡¡El negocio no era bueno!! Rematé todos los equipos al costo. Es una de las pocas cosas de las que me arrepiento.
14) ¿Qué hiciste después?
Me enfoqué en volver a conseguir empleo como ingeniero mecánico. Volví a trabajar para constructoras, solo que esta vez fuera de Caracas. Estuve un tiempo trabajando en el parque nacional Guatopo, que abarca los estados Miranda y Guárico. Teníamos la base (taller central) en Charallave pero la operación principal era en el propio parque nacional. La idea era desarrollar la vialidad (carreteras) que daban acceso al parque desde Santa Teresa del Tuy y desde Aragüita. El tercer acceso, desde Altagracia de Orituco, estaba a cargo de otra empresa constructora. El parque estaba minado de maquinaria pesada, con algunos mini talleres. Yo estaba a cargo del funcionamiento de esa maquinaria. Fue una experiencia muy interesante.
15) ¿Por qué te retiraste?
El trayecto de ida y vuelta diario, era de alrededor de 4 horas, en carretera. A veces regresaba de noche, cansado y con sueño. Sentía mucho desgaste físico. A pesar de que ellos me ofrecieron la oportunidad de quedarme de Lunes a Viernes en un apartamento que habían alquilado para el personal, yo prefería seguir viviendo en mi casa.
16) ¿Fue esa tu última experiencia como ingeniero?
Se podría decir que sí. Luego de eso, tuve un fugaz paso por otra compañía constructora fuera de Caracas, pero por problemas personales debí retirarme al cabo de 2 meses. Después empecé a cocinar.
17) ¿Cómo pasas de ingeniero a cocinero? ¿Siempre habías tenido esa afición por la cocina?
Para Febrero de 2002, yo tenía muchos meses desempleado. No conseguía nada en mi área (ingeniería). A pesar de estar viviendo con mi padre, no me sentía bien sin trabajar, pues ya le había agarrado el gusto al trabajo, a mi “independencia”, a ganar mi propio dinero. Fue allí cuando un día decidí tomar un periódico y comenzar a llamar a todos los anuncios clasificados. Obviamente, en todos me rechazaban. Sin embargo hubo uno de “ayudante de cocina” en donde me permitieron asistir a la entrevista.
Cuando llegué y le entregué mi currículo a la gerente de RRHH, se me quedó mirando y me dijo:”Has sido gerente en importantes empresas de construcción. Aquí no podremos pagarte ni la cuarta parte de lo que seguro ganabas.” Yo le respondí: “No me interesa, lo que quiero es trabajar.” Al día siguiente estaba yo por primera vez dentro de una cocina de un restaurante. Sin conocer los protocolos, medidas de seguridad, ¡¡Ni siquiera sabía agarrar el cuchillo!!
18) ¿Qué pasó luego?
Al cabo de 1 mes allí, un día mi padre me llegó con un pequeño recorte de un anuncio de prensa. Me dijo: “Ya que piensas dedicarte a eso de la cocina, por lo menos aprende”. Y me entregó el recorte: era el anuncio de una escuela de cocina (La Casserole Du Chef) que estaba por iniciar su próximo curso básico. Inmediatamente fui y me inscribí. Allí cambió mi vida para siempre.
19) ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue algo increíble. Éramos un grupo de 8 alumnos y el instructor, cada uno de distintos entornos y edades. Cada quien con una historia, un motivo por el cual querer aprender a cocinar. Estaba la ama de casa, que quería mejorar sus habilidades culinarias; estaba también la dueña de una posada en Los Roques, que quería ser capaz de suplantar al cocinero cuando se le fuera repentinamente, estaban los más jóvenes que querían explorar otros mundos y estaba el ingeniero que había cambiado de rumbo “provisionalmente”. Allí hice bonitas amistades que perduran hasta el sol de hoy, casi 20 años después.
Mis días transcurrían entre “salsas madres”, “demi glace”, panes, profiteroles, paellas, cuchillos y muchas otras cosas. Aprendimos los cortes básicos, medidas de seguridad e higiene, muchos platos, servicio a la mesa, introducción a los costos, etc.
Pienso que mi experiencia fue por demás interesante porque yo estudiaba de día y trabajaba por la tarde-noche, así que tenía oportunidad de ver las 2 caras de la moneda: la teoría de los salones y los libros y también como se hacían las cosas en un restaurante de verdad.
20) ¿Cuánto tiempo estuviste allí?
Hice el curso completo, de 9 meses. Salí como “Ayudante avanzado”, lo cual para mí era fantástico. Es un error pensar que se sale de un curso con el título de chef. Ese es un título (en mi opinión) que se gana con los años, con la experiencia. Hasta el sol de hoy, no me considero un chef. Solo un buen cocinero.
Como anécdota de esos tiempos de la escuela recuerdo que el día de nuestro examen final, tuvimos como juez invitado al famosísimo chef Sumito Estevez. El examen consistía en que teníamos 1 hora para preparar un plato con un ingrediente sorpresa, el cual solo conoceríamos al tomar un papelito de una caja (al estilo del programa Iron Chef). A mí me tocó un lomito, y el maestro Sumito me penalizó (con justa razón) porque me quedó demasiado crudo por dentro.
21) Vaya, interesante. ¿Qué hiciste después?
Luego seguí trabajando en varios restaurantes durante algunos años. Básicamente lo que fueron los años 2002, 2003 y casi todo el 2004 los pasé cocinando. Después conseguí un empleo en el área de ventas que me hizo retirarme de la cocina.
22) ¿No te gustaba cocinar?
La cocina me encantaba. Pero no me terminaba de adaptar a los rudos horarios de trabajo. Yo venía acostumbrado a la vieja escuela, al mundo empresarial: de Lunes a Viernes, de 8 a 5. Fines de semana libres, vacaciones de Semana Santa, Carnavales, navidad, etc.
En la cocina es todo lo contrario. No existen los fines de semana, se libra un solo día a la semana (rara vez será Sábado o Domingo), se trabajan los feriados, hasta altas horas de la noche, en fin, yo añoraba volver a la “normalidad”. Era un dilema, porque me encantaba cocinar, me sentía como pez en el agua, pero soñaba con un horario de oficina. Además, la cocina (y me perdonan quienes se sientan heridos u ofendidos) es un entorno que es muy propicio para los vicios.
23) ¿A qué te refieres con los vicios?
Quizás por el mismo estilo de vida, las largas horas de trabajo, de pie, sin descanso, a altas temperaturas y bajo muchísimo estrés, hace que muchas personas re refugien en algún tipo de vicio para poder sobrellevar este ritmo. Es la cara oculta de la cocina, de la cual no se habla mucho.
Se ve mucha droga, mucho alcohol entre los cocineros. Se requiere de estar muy bien centrado para pasar por los fogones y salir intacto. Y no solo son los vicios del abuso de sustancias, también estaban los compañeros adictos al juego. Personas que al día siguiente de cobrar, ¡ya te estaban pidiendo plata prestada porque lo habían perdido todo apostando!
24) ¿Caíste tú en algún vicio durante tus años de cocinero?
Si por vicio nos referimos a tomar, entonces sí. No usé drogas (como la marihuana, cocaína o heroína) pero si llegó un momento en que tomaba a diario. Era una especie de círculo vicioso: salíamos de trabajar a la 1am y los compañeros nos íbamos a tomar hasta las 3am. Claro, como al día siguiente se entraba a trabajar a las 3pm, teníamos toda la mañana para dormir.
Entonces uno se habitúa a este estilo de vida “parrandero”. El problema es que yo desde los 16 años soy adicto al gimnasio, y por supuesto buscaba la manera de levantarme para ir a entrenar antes de entrar a trabajar. Entonces llegó un momento que el desgaste del trabajo, más los entrenamientos más los trasnochos me llevaron a un punto en que comencé a perder peso (sin importar cuanto comiera), y a tener sueño todo el tiempo (sin importar cuanto durmiera). Era una leve fatiga crónica, de la cual me costó mucho salir.
25) Has hablado de vicios en el mundo de la cocina, y también has dicho que estabas inmerso en el ambiente de las bandas de rock. ¿Nunca consumiste drogas?
En mis años de músico, jamás vi drogas (si las hubo a mi alrededor, ni me di cuenta). Yo estaba más pendiente de la música, de las fanáticas, etc. Y en la cocina, pues si las vi, pero me mantuve alejado de ellas. Esas son drogas recreativas. Hay otro tipo de drogas, las llamadas drogas de desempeño, que si he probado.
26) ¿A qué te refieres con drogas de desempeño?
Llamadas en ingles performance drugs, son drogas o sustancias que te permiten tener un mejor desempeño deportivo.
27) ¿Te refieres a los esteroides?
Si. Más específicamente a los esteroides anabolizantes. Como te dije, desde los 16 años he estado entrenando casi de forma ininterrumpida. Y en ocasiones, los he utilizado con la finalidad de mejorar mi capacidad a la hora de una competición.
28) ¿No son peligrosos los esteroides?
Mi punto de vista al respecto ha sido el mismo desde hace más de 30 años. Claro que los esteroides anabolizantes son peligrosos, si se consumen de forma excesiva o sin control.
Según mi criterio, debes tener una justificación para utilizarlos: si vas a competir, porque deseas ser un profesional, o vivir del fisicoculturismo, etc. entonces debes sopesar los riesgos (que siempre los hay) versus los beneficios.
Ahora, si lo que quieres es utilizarlos para “verte bien”, para tener un físico de playa, estoy totalmente en contra de ellos. Siempre debe haber una supervisión médica. Los compañeros del gimnasio no son doctores para estar recetando “ciclos” ni formulas. Cada organismo es diferente y reaccionará de distinta manera.
29) ¿Has sufrido efectos secundarios por el uso de esteroides?
Si te refieres a la calvicie, pues no tiene nada que ver con el uso de los esteroides. Las dosis y el tiempo que los he utilizado han sido irrisorios si los comparamos con lo que hace un atleta profesional. Tengo amigos culturistas que han usado (y usan) esteroides durante años y tienen bastante cabello. Además, en mi caso es hereditario. Ya hacia los 30 años tenía fuertes entradas en mi cabeza. Y desde el 2010 empecé a rasurarme la cabeza, por decisión propia. Hoy en día, si me lo dejo crecer, me parezco a Larry el de los 3 chiflados, por lo que prefiero mantenerme con el cabello muy muy corto.
30) ¿Algún otro efecto secundario que recuerdes haber tenido?
Insomnio, muy leves episodios de ira, algo de acidez estomacal y un poco de sensibilidad en las tetillas. Pero todo desapareció a las pocas semanas de haber dejado de usarlos. Si te refieres a algún problema “allí abajo”, pues no. Todavía marcha bien ese departamento, gracias a Dios.
31) O sea que si has utilizado esteroides, es porque has competido. ¿Cuéntanos la experiencia?
Competí en fisicoculturismo en Noviembre de 1995, en la copa interna del gimnasio donde entrenaba. Casualmente coincidía el mismo fin de semana de una competencia nacional para novatos, así que decidí entrar en las 2. Dos competencias en 2 días.
32) ¿Y cómo te fue?
En la competencia interna, quedé de tercero (éramos 5) y en el nacional quedé de 5to (éramos 6), o sea, UNA MIERDA, jajajajaja. Pero me sentí feliz, realizado. Era un sueño hecho realidad. Algo que desde hacía muchísimo tiempo quería hacer. En años mas recientes, a partir del 2007, comencé a interesarme en el powerlifting, y también competí varias veces. Siempre quedé en el cuadro de honor, pero nunca gané.
33) ¿Tuviste un entrenador, un preparador?
En fisicoculturismo, básicamente me preparé solo. Pero si tuve bastante ayuda y apoyo (especialmente los días de la competencia) de mi mejor amigo. Hay que tener siempre a alguien que esté pendiente de todo: el bolso, la toalla, el aceite, la hidratación, la música, la ropa, etc. Sin él, hubiera sido imposible participar en esas competencias. Hasta el sol de hoy nos reímos con las anécdotas de esa experiencia.
34) ¿Tienes fotos o videos de la competencia?
Lamentablemente las fotos están desaparecidas. Y cuando te hablo de fotos, fueron fotos en papel (no digitales), estamos hablando de 1995, apenas el Internet tenía 1 año y las cámaras digitales no eran para nada populares. En cuanto al vídeo, existe uno en formato VHS. Tengo pendiente digitalizarlo algún día para poder compartir la experiencia en las redes sociales.
35) Me llama la atención algo: en tu primera empresa estuviste solo, en tu primera competencia, te preparaste solo también. Veo un patrón: ¿No te gusta pedir ayuda?
Me encanta esta pregunta. Soy alguien a quien le gusta mucho ser autosuficiente, a pesar de que con los años he aprendido que muchas veces, la forma de llegar más lejos y más rápido es dejándose ayudar. No lo podemos hacer todo nosotros mismos. Es algo que he ido mejorando a través del tiempo. Recientemente me topé con un libro de llamado “The 4 hour work week” (La semana laboral de 4 horas) de Tim Ferris, que me abrió la mente en ese sentido.
Entre muchas cosas, se toca el tema del “outsourcing” o sub contratar a otros para muchas labores, no solo en el mundo laboral, sino en lo cotidiano, que nos quitan un tiempo valioso que podemos emplear de manera más productiva. Por poner un ejemplo: muchos de nosotros pensaría absurdo contratar a alguien para limpiar el jardín (remover la maleza) teniéndole que pagar a alguien por decir algo, 40$ (por un trabajo de 2 horas).
Pero si tú, estás en capacidad de generar con tu trabajo 100$ por hora, entonces, el solo hecho de ponerte tú mismo a limpiar el monte, para “ahorrarte 40$”, EN REALIDAD lo que estás haciendo es dejando de ganarte 200$. Por ahí va la cosa del libro. Súper interesante y recomendado.
36) ¿A que le tienes miedo?
Es una pregunta muy interesante. Con el pasar de los años, mis miedos han variado considerablemente. Por ejemplo, desde pequeño viajaba mucho con mi familia, por avión. Y nunca le tuve mucho miedo a los aviones. Quizás un poco cuando había turbulencia, como es lógico, pero nada fuera de lo normal. Sin embargo en 2010, mientras iba en un vuelo Caracas-Maracaibo, uno de los motores se accidentó en pleno vuelo (quizás a unos 15 minutos de haber despegado). Un ruido espantoso, mucho movimiento y por supuesto nos dijeron que nos debíamos regresar a Maiquetía. Fueron los minutos más largos de toda mi vida. Desde allí, quedé con muchísimo miedo a volar.
Pero cuando pasamos situaciones en la vida a las que normalmente tememos, y las logramos superar, esos miedos van disminuyendo.
Las cosas a las que uno tradicionalmente le teme: caer en bancarrota, una traición, una infidelidad, quedar ilegal fuera de tu país, no tener dinero para pagar el alquiler, perder a tus padres, fracasar en un negocio, huracanes, terremotos, atracos a mano armada, etc, ya por todas he pasado, así que son pocas las cosas a las que le temo hoy en día.
Sinceramente, hoy le temo más a no dejar un legado. A pasar por este mundo desapercibido. Me asusta irme sin que quede mi huella. Tal vez por eso he optado por volverme cada vez más mediático. Escribo, intento tener presencia en las redes sociales, tengo muchos proyectos andando y otros tantos en camino.
37) Háblanos de algunos de esos proyectos. ¿Es verdad que estás escribiendo un libro?
Sí. Fíjate que es totalmente cierto lo que dicen acerca de escribir un libro. Sabes cuándo comienzas, pero no cuando terminas. A no ser que tengas una editorial presionándote con una fecha tope, el escribir un libro por tu cuenta (como es mi caso) puede tomarte toda la vida. Hay que tener extrema disciplina. Si yo tuviera la, disciplina necesaria, el libro tendría tiempo publicado. En especial el año pasado, con tanto tiempo de ocio (por la Pandemia).
38) Hablando de la Pandemia, ¿Cómo te ha afectado en lo personal?
Sé que quizás suene un poco raro, o hasta absurdo, pero en muchos aspectos, la pandemia fue lo mejor que me pudo pasar. Ojo, tengo un profundo respeto y empatía por las víctimas y por sus familiares. Me refiero a mi experiencia personal. Lo que la Pandemia significó para mí.
De hecho sobre este tema ya he escrito. La pandemia sirvió para quitar muchas caretas, para aniquilar muchas excusas. Cantidades de personas que decían no tener tiempo para leer, para meditar, para hacer ejercicio, para hacer yoga, para aprender un idioma, para comenzar un negocio, NO LO HICIERON. Y el problema no era la falta de tiempo: como dice Arnold Schwarzenegger “Todos tenemos las mismas 24 horas en el día”. El punto es como las organizamos, a que cosas les damos prioridad. Un par de horas en Netflix aquí, 1 hora en Instagram, otra en YouTube por allá y otra más en Facebook y ya hemos gastado 5 horas. Al mes son 150 horas.
¿Imaginas cuántos libros no se podrían escribir en 150 horas? ¿Cómo se vería tu cuerpo luego de 150 horas de ejercicio? Definitivamente el problema son 2 cosas: PRIORIDADES y DISCIPLINA. Esto lo experimenté yo mismo en carne propia y me sirvió como para darme una auto cachetada y abrir los ojos. Quizás por eso este 2021 lo inicié como con un cohete en la espalda (¡¡por no decir en el culo!!).
39) Cuéntanos un poco acerca de esos proyectos que traes para el 2021.
Bueno, tengo un mente crear varios canales en YouTube, de hecho ya arranqué el primero, se llama “Silvestre responde”. Trata acerca de mi gato Silvestre y esa forma tan particular que tiene de “responder” o “conversar” conmigo. Todo empezó un día que habíamos limpiado a fondo el cuarto y quedé con alergia. Nos dimos cuenta mi esposa y yo, que cada vez que yo hacía un sonido con la nariz (ese sonido como cuando tienes gripe o alergia, intentando aspirar el moco) el gato respondía.
Al principio parecía casual, pero después nos dimos cuenta que es algo que siempre hace. Y solo responde cuando YO hago el sonido. A veces tenemos largas y divertidas conversaciones. Entonces decidí documentarlo, haciendo pequeños videos y subiéndolos a YouTube. Para apoyar el canal, abrí también una cuenta en Tik Tok, llamada “Silvestre reponde” y un grupo en Facebook que se llama “Michis que hablan”.
40) ¿Aparte del canal dedicado a los gatos, de que tratarían los otros?
Quisiera hacer un canal en el cual hago reviews de distintos tipos de café. Los que me conocen saben que amo el café. Y me encantaría un canal en el que simplemente en cada episodio, pruebo un distinto tipo de café, analizo sus caraterísticas y doy mi opinión.
41) ¿No existe ya un canal así?
Hay intentos. Hay alguno que otro canal que va más o menos de lo mismo, pero mi concepto es diferente. Quiero abarcar más tipos de café, probar distintas maquinas, etc. Quiero que el espectador se sienta parte de la experiencia. Que sienta que está tomando el café conmigo y salga de inmediato a comprarlo.
42) ¿Qué otro tipo de canal quieres crear?
También me llama mucho la atención (y esta idea vino de mi esposa) aprovechando el lugar donde vivo (la Isla de Sint Maarten) de hacer pequeños reportajes turísticos. Mostrar las hermosas playas, los hoteles de lujo, los mejores restaurantes, etc. Todo este tema del Vlog, o de ir documentando mi día a día, me ha llamado bastante la atención últimamente.
También quisiera compartir algunas recetas (ya que aquí cocino a diario). Entonces posiblemente lo que termine haciendo sea un canal de variedades en vez de un canal temático. Actualmente hago pequeñas pruebas piloto en Instagram stories, para ir midiendo el pulso de lo que gusta a mi audiencia. Pero he tenido muy poco feedback. Me explico: muy poca gente me cuenta que le pareció lo que publiqué. Pero esas pocas personas me dicen que les ha gustado el contenido que he subido.
43) Aparte de los canales en YouTube, ¿Que otro tipo de proyectos tienes en mente?
El Podcast sin lugar a dudas. Creo que hacia allá va la tendencia, hacia el audio, por lo tanto es importante tener presencia en ese tipo de plataformas. Inicialmente tengo la intención de hacer una versión narrada de este blog, es decir, básicamente estos mismos artículos, pero en audio. Creo que podría salir algo interesante de allí.
44) Suena bien. Háblame de este blog. ¿Cuál fue la intención de crearlo?
El blog, al igual que la cuenta en Instagram nace de una necesidad de compartir mi experiencia en 2 aspectos cruciales de mi vida: el aspecto de emprendedor y el aspecto de inmigrante. En ambas facetas considero que he cometido muchos errores, y por eso mismo estoy en capacidad de orientar y aconsejar a otros. Porque he visto (de primera mano) lo que se debe y lo que no se debe hacer. En la cuenta de Instagram intento dar pequeñas píldoras de conocimiento, mientras que en blog, desarrollo a fondo los contenidos.
45) En el blog te ves muy cómodo escribiendo. ¿Es tu primer blog, o tienes otros?
De hecho "Emigrar y Triunfar 2018" es mi tercer blog. El primero y más extenso, se llama “Caracas, ciudad invivible” y lo inicié en 2006. Fue mi respuesta a la situación de deterioro, descomposición y anarquía inminente que se iba apoderando de Venezuela. Tenía 35 años, recién casado y tenía otra visión del mundo y de la vida. Hoy en día, con 50 años a cuestas y fuera de mi país, son otras las experiencias que puedo compartir.
46) Retomando el tema del libro. No nos has contado de que se trata.
Una vez que salí de Venezuela con mi familia en Agosto de 2016, la cantidad de cosas que nos fueron sucediendo y la magnitud de los acontecimientos, me llevaron a la decisión (y así lo piensa todo aquel a quien se lo he comentado) que definitivamente es material para un libro. Para no entrar mucho en detalles: desde una mega estafa hasta pasar por 2 huracanes categoría 5, son solo algunas de las cosas de las que hablo allí. Es básicamente un relato de lo que ha sido mi vida durante estos últimos casi 5 años. Con toques de humor, pero también con enseñanzas. Creo que será una lectura muy interesante, en especial para aquellos que han debido dejar su país.
47) La pregunta de rigor no puede faltar, ¿Cuándo sale el libro?
No puedo dar una fecha exacta, pero si puedo asegurar y comprometerme de que de este año no pasa. De hecho, ya tengo un segundo libro en cola de espera, el cual escribiré en conjunto con un gran amigo que vivió la dura experiencia de ser un preso político en Venezuela. Pero no daré más detalles sobre ese libro hasta que haya terminado el primero.
48) Estamos por concluir. ¿Tienes algún personaje que admires? Algún ídolo.
Obviamente. No uno, sino varios. Uno de ellos es Anthony Bourdain. Es alguien quien logró conjugar en una misma vida, 3 de mis pasiones: la cocina, la escritura y hacer documentales. Imposible no tenerlo como referencia. También como cocineros me gustan Jamie Oliver, Gordon Ramsey, Mario Batali, Sumito Estevez y Nestor Chacín (con este último tuve oportunidad de trabajar en 2004).
Podría mencionar algunos músicos (unos vivos, otros muertos ya) como Stevie Ray Vaughan, Gustavo Cerati, Nuno Bettencourt, Paul Gilbert, Jimmy Hendrix, Richie Kotzen, Tony Bennet, Ruben Blades. También grandes atletas del mundo del culturismo y el powerlifting, como Arnold Schwarzenegger, Ronnie Coleman, Dorian Yates, Danny Padilla, Dan Green, Kirk Karwosky, Bill Kazmaier, Louie Simmons. Anthony Robins, Tim Ferris, Gary Vaynerchuk. En lo personal, siempre serán figuras referenciales mi papá, mi padrino y mi abuelo (escribí un artículo sobre esto llamado Los 3 Pilares).
49) ¿Le tienes miedo a la muerte?
Para nada. Quizás un poco de miedo a la forma de morir (no me gustaría que fuera algo doloroso). Pero no a la muerte en sí. Estoy en una etapa de mi vida en la que tengo tanta gente amada y querida del otro lado, que no me preocuparía en lo más mínimo pasar para allá y re-encontrarme con ellos.
50) ¿Dónde te ves dentro de los próximos 50 años?
Dudo que esté vivo, pero sí de seguro estaré haciendo lo que más me gusta. Llevando un mensaje de optimismo, alentando a otros a perseguir sus sueños, a vivir más para nosotros y menos para los demás. Que nos sepa a mierda el qué dirán. Siempre y cuando no estemos dañando a nadie en el camino, cada quien debe (y tiene la obligación) de luchar y tratar de alcanzar sus sueños. Menos flojera, más disciplina. El momento de ser feliz y de actuar es YA. Tenemos que dejar de esperar “A que se den todas las condiciones”. Las condiciones nunca se van a dar todas a la vez. Simplemente hay que comenzar y ya. Las cargas de enderezan en el camino, reza un viejo dicho.
Si disfrutaste de este artículo, te agradecería que se lo reenviaras a algún amigo a quien le pueda interesar. Muchas gracias.