La importancia del promedio

A muchas personas les aterra ser “promedio”. Les parece terrible no destacar, no sobresalir. Lo cual no está mal. Cada quien es como es y punto. De la misma manera, hay quienes se sienten completamente cómodos y bien, encajando dentro de eso que llamamos, promedio. Aquí diserto un poco sobre estas ideas.

REFLEXIONES

8/1/20204 min leer

un hombre realizando muchos calculos en su escritorio
un hombre realizando muchos calculos en su escritorio

Primero lo primero: quiero dejar bien en claro que siempre le he huido a la palabra PROMEDIO. Nada me parece peor que ser una persona “promedio” (ojo, no tengo absolutamente NADA en contra quienes son así).

Nunca he querido encajar dentro de eso que llaman promedio: una estatura “promedio” (lamentablemente contra eso no puedo hacer nada), un ingreso “promedio”, una expectativa de vida “promedio”, una contextura “promedio” etc.

Si debo inclinarme (como de hecho lo he hecho) hacia un lado de la ecuación entre “promedio” y “extremo”, sin lugar a dudas me iría por este último. Sin embargo, el tópico del que quiero hablar hoy es uno completamente distinto.

Quiero hablar acerca de esa obsesión que nos acecha a casi todos, de querer abarcar o lograr todo siempre. Me explico: cuando queremos lograr la excelencia en algo, intentamos que todo salga a la perfección el 100% del tiempo. Y esto, aparte de ser prácticamente imposible, es altamente frustrante.

Como cocinero profesional (por poner un ejemplo) me encantaría que la totalidad de mis platos salieran siempre sin error alguno. Pero eventualmente algo puede salirse de la norma, sin que ello implique un desastre, o que el platillo vaya a ser rechazado. A veces los pequeños errores son tan solo perceptibles a los ojos (altamente entrenados) de quien ejecuta la labor. Y sin embargo el público/cliente se sentirá muy contento con el resultado.

18 de Julio de 1976. Juegos Olímpicos de Montreal

Una pequeña gimnasta rumana de apenas 14 años, llamada Nadia Comaneci logró lo inimaginable: luego de su ejecución en las barras asimétricas, de manera unánime, todos los jueces le dieron un 10. El hecho fue tan sin precedentes, que el marcador presentó un puntaje de 1.00 (en vez de 10) porque no estaba programado para mostrar un puntaje superior a 9.99

Generalmente en este tipo de eventos, se descartan el mayor y el menor puntaje, y se realiza un PROMEDIO del resto de los puntajes. Con esto no quiero sino resaltar que, la “perfección” raramente es alcanzada, lo común es trabajar en base a promedios.

Por eso, no hay que sentirnos mal si a lo largo del día, o de la jornada laboral, o de la sesión de entrenamiento, no logramos que todo sea “ideal”. Esto lo entendí yo de manera clara, cuando me encontraba desarrollando uno de los emprendimientos que más satisfacción me ha dejado: Delicias Gatunas (pueden visitar la cuenta en Instagram @deliciasgatunas y también la página de Facebook, Delicias gatunas).

Para los que desconocen la historia, Delicias Gatunas fue mi respuesta a la crisis de alimento para gatos, que se vivió en Venezuela a finales del 2015. Siendo nosotros amantes de los gatos, y teniendo 2 (Silvestre y Andreina) ambos cachorros, estábamos literalmente desesperados porque no se conseguía alimento para gatos. La opción era darles comida para perros, cosa que algunos gatos toleraban (a pesar de estar contraindicado) y otros gatos rechazaban.

En nuestro caso, Silvestre lo aceptaba, pero Andreína no. Le provocaba vómitos y diarrea. Ante la posibilidad de que la gata se muriera, me dí a la tarea de investigar como fabricar alimento para gatos en casa.

Mi intención inicial era crear una especie de Gatarina (es decir, pepitas, también llamadas “piensos” en algunos países). Sin embargo dí con algo más interesante, más sencillo y a mi parecer más “amigable” que era la dieta B.A.R.F. La dieta B.A.R.F. por sus siglas significa "Biologically Appropriate Raw Food" ó también "Bones and Raw Food".

En palabras sencillas, consiste en alimentar a tu gato (o perro) con una combinación de carnes crudas, huesos y órganos. Tal y como ellos se han venido alimentando desde hace miles de años. No recuerdo haber visto todavía al primer gato salvaje en el medio de un bosque que desplume a un pajarito antes de comérselo, le quite las uñas, el pico, lo sazone con sal y lo ponga a la parrilla. Ellos comen así: piel, huesos, plumas, órganos, etc.

Así que comencé a probarlo en Andreína, luego son Silvestre y los resultados fueron impresionantes. Al punto de que inmediatamente surgió la idea de comercializarlo. Al preparar el alimento, yo quería hallar la “fórmula perfecta”, es decir, una combinación de elementos en la cual no faltara absolutamente nada. Esto, es casi imposible, tanto para animales como para personas.

Entre tanta información que busqué en aquel momento, me topé con una frase de alguna de las personas que también hacían alimento B.A.R.F., decía algo así como “No es posible reunir todos los nutrientes en cada comida, lo IMPORTANTE es que a lo largo del día, de la semana, su animal reciba todo lo que necesita”. Fue allí cuando entendí que lo que realmente hacía falta era que a lo largo de varias comidas, todos los nutrientes (macros y micros) estuvieran al alcance del animal.

No se que clase de esquema apliques a tu vida cotidiana (yo a veces peco de ser demasiado exigente conmigo mismo), pero lo que te quiero transmitir es que, no todos los días podremos: comer adecuadamente, leer, trabajar , estudiar, meditar, rezar, desarrollar nuestro emprendimiento, ahorrar, compartir con nuestros seres queridos, ordenar la casa, practicar un instrumento musical, escribir nuestro libro, etc. Lo que cuenta es que en el PROMEDIO, logremos cumplir con aquellas actividades que nos hemos planteado como importantes, necesarias e ineludibles.

Una vez más, espero que esta información les haya resultado útil y entretenida. Aprecio mucho sus comentarios.

Si disfrutaste de este artículo, te agradecería que se lo reenviaras a algún amigo a quien le pueda interesar. Muchas gracias.