¿Por qué cambia nuestro ánimo si el día es soleado o lluvioso?

Nuestro cuerpo se ve afectado (lo creas o no) según la cantidad de luz solar que recibe. Es por esta razón que cambia nuestro ánimo si el día es soleado o lluvioso. Aprende a manejar mejor todo esto leyendo este artículo.

CONSEJOSANALISIS

4/22/20258 min leer

Del Caribe eterno a las cuatro estaciones francesas

Recuerdo perfectamente mi primera primavera en Lyon. Después de casi cinco meses de cielos grises, lluvia persistente y días que parecían terminar a las 4 de la tarde, desperté una mañana de abril con un rayo de sol colándose por mi ventana. Mi primer impulso fue casi ridículo: salí corriendo al pequeño balcón de mi apartamento, cerré los ojos y levanté la cara hacia el sol como si fuera un girasol humano. En ese momento me di cuenta de algo: en Venezuela jamás había experimentado esa necesidad física de sol.

Cuando vivía en Caracas, el sol era una constante, casi una molestia a veces ("¡Qué calor tan arrecho!"). Aquí en Francia, ese mismo sol se ha convertido en un tesoro, un visitante ocasional que transforma no solo el paisaje sino también mi estado de ánimo. Y no soy el único. He notado cómo los franceses, normalmente reservados, sonríen más en las terrazas cuando sale el sol. Las calles se llenan, los parques se convierten en playas urbanas, y hasta el metro parece menos sombrío.

¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué ese cambio en el cielo afecta tanto nuestro interior? En este artículo voy a explorar, desde mi experiencia como venezolano en Francia y apoyándome en la ciencia, por qué el clima afecta tanto nuestro estado de ánimo.

El efecto inmediato: Cómo el clima cambia nuestro cerebro

El ser humano es tremendamente sensible a su entorno, y pocos factores ambientales tienen un impacto tan inmediato sobre nosotros como la luz solar. Cuando el sol brilla, nuestros cerebros experimentan una auténtica reacción en cadena que comienza en los ojos y termina alterando nuestra química cerebral.

La luz brillante del sol estimula la retina, que envía señales al hipotálamo, una parte del cerebro que regula muchas de nuestras funciones corporales. Esta señal desencadena una disminución en la producción de melatonina (la hormona del sueño) y un aumento en la serotonina (asociada con el buen humor).

Mi experiencia: Durante mi primer invierno en Lyon, noté que los días de sol me volvía casi hiperactivo. Ahora entiendo que mi cerebro, acostumbrado a dosis diarias de luz solar en Venezuela, estaba "celebrando" ese encuentro con un viejo amigo después de días de ausencia.

Por otro lado, cuando el cielo está nublado y llueve, muchos de estos procesos se invierten o disminuyen. La menor intensidad lumínica mantiene niveles más altos de melatonina, lo que puede hacernos sentir más cansados o incluso somnolientos durante el día.

El choque cultural climático: Del Caribe a Europa

Para quienes venimos de Venezuela, donde el sol es casi una constante (excepto en temporada de lluvias), el sistema de cuatro estaciones europeo representa un auténtico choque cultural climático. No se trata solo de adaptarse a temperaturas más bajas, sino a una relación completamente diferente con el cielo.

Esta pérdida del "sol garantizado" genera un impacto psicológico profundo que muchos venezolanos en Europa describen como una forma de duelo. No extrañamos solo la comida, la familia o el idioma - extrañamos profundamente la luz.

Testimonio personal: Durante mis primeros meses en Lyon, me sorprendí buscando parches de sol en la calle como quien busca oro. Me movía constantemente para mantenerme en esos rayos de luz como si fueran una manta de seguridad. En Caracas jamás habría hecho algo así - de hecho, allá caminaba buscando la sombra.

La contraparte positiva de este choque es el descubrimiento de la belleza de las estaciones. Esta riqueza estacional nos enseña algo que en Venezuela rara vez experimentamos: que la naturaleza (y la vida) son cíclicas, que todo cambia, florece y se retira.

La ciencia detrás: Serotonina, melatonina y vitamina D

Para entender por qué el clima afecta tanto nuestro estado de ánimo, debemos adentrarnos un poco en la bioquímica cerebral.

La serotonina: La hormona del buen humor

La serotonina es uno de los neurotransmisores más importantes para regular nuestro estado de ánimo. Su producción está directamente influenciada por la exposición a la luz:

  • Los días soleados aumentan la producción de serotonina

  • Los días oscuros o nublados disminuyen sus niveles

Bajos niveles de serotonina se asocian con estados de ánimo depresivos, irritabilidad y problemas para concentrarse.

La melatonina: Reguladora del sueño

La melatonina es la hormona que nos ayuda a conciliar el sueño. Su producción aumenta cuando hay poca luz y disminuye con la luz brillante. Por eso:

  • En días nublados o lluviosos, nuestro cuerpo puede producir más melatonina de lo habitual

  • Esto puede causarnos somnolencia durante el día y afectar nuestro estado de ánimo

La vitamina D: El nutriente solar

La vitamina D es esencial para nuestra salud física y mental, y nuestra principal fuente es la síntesis cutánea mediante exposición solar. En latitudes europeas, especialmente en invierno, la intensidad de UV-B es insuficiente para producirla en cantidades adecuadas.

Estudios científicos han relacionado la deficiencia de vitamina D con estados depresivos. No es coincidencia que muchos venezolanos en Europa desarrollen deficiencia de vitamina D después de algunos años - nuestros cuerpos están adaptados a niveles de radiación solar mucho más altos.

Consejo práctico: Si eres venezolano/a en Francia, considera hablar con tu médico sobre suplementos de vitamina D, especialmente durante el otoño e invierno.

El trastorno afectivo estacional: Cuando el clima te enferma

Hay personas para quienes los cambios estacionales representan más que un simple cambio de humor - pueden desencadenar un auténtico trastorno conocido como Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que en inglés se conoce como SAD (Seasonal affective disorder).

El TAE es un tipo de depresión que sigue un patrón estacional, típicamente comenzando en otoño, empeorando en invierno y remitiendo en primavera. Afecta aproximadamente al 5% de la población adulta en países de latitudes altas.

Los síntomas incluyen:

  • Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día

  • Pérdida de interés en actividades

  • Cambios en el apetito (típicamente antojos de carbohidratos)

  • Cambios en los patrones de sueño (dormir demasiado)

  • Pérdida de energía

La presión atmosférica y su efecto en nuestro cuerpo

No es solo la luz lo que afecta nuestro estado de ánimo cuando cambia el clima. La presión atmosférica, que fluctúa con los sistemas meteorológicos, tiene efectos físicos reales en nuestro organismo.

Muchas personas experimentan lo que los científicos llaman "sensibilidad barométrica":

  • Las articulaciones contienen receptores sensibles a la presión

  • Cuando la presión atmosférica baja (como ocurre antes y durante las lluvias), los tejidos pueden inflamarse ligeramente

  • Esto puede causar dolores articulares, migrañas y malestar general

El sol de Francia no es el sol de Venezuela: Intensidad y ángulo solar

Un aspecto que raramente consideramos cuando nos mudamos de un país tropical a uno de latitudes medias es la diferencia fundamental en la calidad de la luz solar.

En Venezuela, ubicada cerca del ecuador, el sol cae sobre nosotros en un ángulo muy directo durante todo el año. En Francia:

  • El sol nunca alcanza la misma altura en el cielo que en Venezuela

  • En invierno, el ángulo es particularmente bajo

  • Los rayos solares atraviesan más atmósfera, perdiendo intensidad

La intensidad de radiación ultravioleta (UV), crucial para la síntesis de vitamina D, varía dramáticamente:

  • En Caracas, el índice UV rara vez baja de 8-10 (muy alto)

  • En Lyon, durante el invierno, puede ser inferior a 1 (mínimo)

Otra diferencia crucial es la duración del día:

  • En Venezuela, los días duran aproximadamente 12 horas todo el año

  • En Francia, en verano pueden extenderse hasta 16 horas

  • En invierno se reducen a 8 horas o menos

¿Por qué los franceses adoran las terrazas? La psicología social del buen tiempo

Una de las primeras cosas que me llamó la atención al llegar a Francia fue la obsesión colectiva con las terrazas de los cafés y restaurantes. Basta que salga un tímido rayo de sol para que todos los franceses salgan en estampida a ocupar cualquier silla disponible al aire libre.

En países con estaciones marcadas, el buen tiempo adquiere un valor social que no existe en los países tropicales:

  • La escasez de días soleados los convierte en eventos sociales

  • Se desarrollan rituales culturales alrededor del buen tiempo

  • El espacio público se transforma según el clima

En Venezuela, nadie envía un mensaje emocionado diciendo "¡Hace sol, vamos a la plaza!". En Francia, este es un comportamiento totalmente normal.

Observación cultural: Me sorprendió ver cómo cambia Lyon con el primer fin de semana soleado de primavera. Es como si la ciudad despertara de un letargo - todos están afuera, los parques se llenan, hay música, pícnics improvisados. Es una energía colectiva increíble que nunca experimenté en Caracas.

La lluvia y la creatividad: Un beneficio inesperado

No todo es negativo con la lluvia y los días grises. Diversos estudios han encontrado correlaciones interesantes entre el clima lluvioso y ciertos aspectos cognitivos positivos, particularmente relacionados con la creatividad y la concentración.

Cuando llueve:

  • Tendemos a estar más introspectivos

  • Nuestra mente divaga menos y puede concentrarse mejor

  • Los estímulos externos disminuyen, permitiendo una atención más sostenida

Experiencia creativa: He notado que mis mejores artículos para el blog los escribo en días lluviosos. Hay algo en el sonido de la lluvia contra mi ventana que crea un ambiente perfecto para sumergirme en mis pensamientos.

Estrategias de adaptación: Cómo sobrevivir al invierno francés

Después de varios años aquí, he desarrollado algunas estrategias para que el clima no afecte tanto mi estado de ánimo:

Luz, luz y más luz

  • Invertir en buena iluminación para el hogar (lámparas de espectro completo)

  • Aprovechar cada minuto de sol saliendo a caminar al mediodía

Vitamina D y otros suplementos

  • Suplementos de vitamina D (previa consulta médica)

  • Omega-3, que ha mostrado beneficios para el estado de ánimo

Mantener el movimiento

El ejercicio es crucial para combatir los efectos del clima en nuestro ánimo:

  • Libera endorfinas que contrarrestan la sensación de letargo

  • Mejora la calidad del sueño

  • Aumenta la sensación general de bienestar

Crear rituales estacionales

En lugar de resistir el cambio de estaciones, he aprendido a crear rituales específicos para cada una:

  • Otoño: Paseos para ver los colores del follaje

  • Invierno: Veladas con chocolate caliente, cine en casa

  • Primavera: Fotografiar los primeros brotes, picnics tempraneros

  • Verano: Aprovechar los largos atardeceres, festivales al aire libre

Conclusión: Encontrando equilibrio en la variabilidad

Después de vivir varios años en Francia, he aprendido que mi relación con el clima es mucho más profunda de lo que creía. No se trata solo de preferir el sol o la lluvia - se trata de entender cómo estos fenómenos naturales afectan mi bioquímica, mis emociones y mi forma de relacionarme con el mundo.

Para nosotros, los venezolanos en Francia, el reto es doble: adaptarnos a un nuevo país y a un nuevo clima. Pero en ese proceso de adaptación hay aprendizajes valiosos. He descubierto que la variabilidad climática nos enseña a ser flexibles, a apreciar los contrastes, a valorar la naturaleza cíclica de las cosas.

He aprendido también que la lluvia no es mi enemiga, sino una invitación a un estado mental diferente. Que el sol no es solo un elemento del paisaje, sino un nutriente esencial. Que las estaciones no son solo cambios en el termómetro, sino metáforas de los ciclos de nuestra propia vida.

Afortunadamente tuve la oportunidad de conversar todos estos temas, en profundidad y aprender bastante sobre sus implicaciones, de la mano de Natalia Sánchez, una profesional de la salud mental (venezolana al igual que yo) radicada en la ciudad de Lyon. Por favor visiten su página.

Y tú, ¿cómo te afecta el clima? ¿Has notado cambios en tu estado de ánimo según llueva o haga sol? Si este artículo te ha resultado útil, compártelo con otros latinos en Francia que puedan estar experimentando estos cambios sin entender bien por qué.