¿Por qué se cambia el horario en verano y en invierno?
Descubre por qué se cambia el horario en verano y en invierno, su impacto en la energía, la economía y la salud. ¿Realmente es beneficioso? Aprende sobre el origen de esta práctica
MIGRACIONVIDA EN FRANCIA
3/2/20254 min leer


Cada año, millones de personas en diferentes partes del mundo adelantan o atrasan sus relojes en función del horario de verano e invierno. Este cambio, que puede parecer una simple costumbre, tiene razones históricas, económicas y energéticas detrás. En este 2025, dicho cambio para el verano sera el próximo 30 de marzo.
Pero, ¿por qué realmente se ajusta el horario con las estaciones? ¿Cuáles son sus beneficios y desventajas? En este artículo, exploraremos el origen del horario de verano e invierno, sus efectos y la controversia que lo rodea.
Historia del cambio de horario
El concepto de ajustar los relojes según la estación no es nuevo. En el siglo XVIII, Benjamin Franklin sugirió que adelantar el reloj podría ahorrar velas al aprovechar mejor la luz solar. Sin embargo, la idea no se implementó oficialmente hasta la Primera Guerra Mundial.
Primera Guerra Mundial
En 1916, Alemania fue el primer país en adoptar el horario de verano para reducir el consumo de carbón. Otros países, incluidos Reino Unido y Estados Unidos, siguieron el ejemplo. La medida fue descontinuada después de la guerra, pero revivida en la Segunda Guerra Mundial por razones similares.
Período de posguerra
Tras la Segunda Guerra Mundial, algunos países mantuvieron el cambio de horario de manera intermitente. En 1966, EE.UU. estableció el Uniform Time Act para regular su aplicación. En Europa, la Unión Europea estandarizó el cambio de horario en 1996.
Razones del cambio de horario
1. Ahorro de energía
Una de las principales razones para cambiar el horario es reducir el consumo eléctrico. Al ajustar el reloj, se aprovecha mejor la luz solar, disminuyendo la necesidad de iluminación artificial. Sin embargo, algunos estudios modernos cuestionan la eficacia de este ahorro debido al aumento del uso de aire acondicionado y aparatos electrónicos.
2. Mayor aprovechamiento de la luz natural
El cambio de horario permite que las personas disfruten de más horas de luz al final del día. Esto puede fomentar actividades al aire libre y aumentar la productividad. Muchas personas aprovechan la luz adicional para hacer ejercicio, pasear en parques o simplemente relajarse al aire libre, lo que puede mejorar el bienestar físico y mental. Además, la exposición a la luz natural en horas de la tarde puede ayudar a regular el ciclo circadiano y mejorar la calidad del sueño.
3. Impacto económico
Algunos sectores económicos, como el turismo y el comercio minorista, se benefician del horario de verano. Las personas tienden a salir más y gastar más dinero en actividades recreativas. Restaurantes, cafeterías y negocios de entretenimiento suelen ver un aumento en sus ventas, ya que la gente pasa más tiempo fuera de casa. También se ha observado que eventos deportivos y conciertos tienen mayor asistencia debido a las horas adicionales de luz, lo que impulsa aún más la economía local y regional.
4. Seguridad y reducción de accidentes
Diversos estudios han mostrado que los días con mayor luz natural pueden reducir los accidentes de tráfico y los crímenes callejeros. Sin embargo, los días siguientes al cambio de horario suelen estar marcados por un aumento en accidentes debido a la alteración del sueño.
Efectos negativos del cambio de horario
1. Problemas de salud
El cambio de horario puede afectar el ritmo circadiano de las personas, causando problemas de sueño, fatiga y, en algunos casos, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y depresivas.
La alteración del reloj biológico puede generar síntomas similares al jet lag, como irritabilidad, dificultad para concentrarse y somnolencia diurna. Esto es especialmente problemático para personas con trastornos del sueño preexistentes, quienes pueden ver agravados sus síntomas tras el cambio de horario. Además, algunos estudios han vinculado esta modificación temporal con un aumento en la incidencia de infartos y accidentes cerebrovasculares en los días posteriores al ajuste del reloj.
Por otro lado, la falta de descanso adecuado puede afectar el sistema inmunológico, haciéndonos más vulnerables a enfermedades y reduciendo nuestra capacidad de respuesta ante infecciones. Las personas que trabajan en turnos nocturnos o que dependen de una rutina estricta pueden sufrir alteraciones más prolongadas, lo que impacta directamente en su bienestar físico y mental.
2. Baja productividad
Muchas personas experimentan dificultades para adaptarse al nuevo horario, lo que reduce su concentración y productividad en los primeros días tras el ajuste. La alteración del sueño y el cansancio acumulado pueden hacer que los trabajadores y estudiantes tengan un menor rendimiento en sus actividades diarias. Además, estudios han demostrado que la fatiga asociada al cambio de horario puede llevar a un aumento en los errores laborales y escolares, afectando tanto la calidad del trabajo como la toma de decisiones.
3. Controversia sobre su efectividad
A pesar de sus supuestos beneficios, el ahorro energético real del cambio de horario es mínimo en la actualidad. En consecuencia, algunos países han optado por eliminarlo. Varios estudios han indicado que el consumo de energía ahorrado en iluminación es contrarrestado por el mayor uso de calefacción en las mañanas frías y de aire acondicionado en las tardes calurosas. Además, muchas personas sienten que los beneficios económicos y de seguridad no justifican la molestia de ajustar sus rutinas dos veces al año, lo que ha impulsado debates sobre la necesidad de mantener esta práctica en el siglo XXI.
¿Dónde se aplica y dónde no?
Países como Estados Unidos, Canadá y la mayoría de Europa aplican el cambio de horario. Sin embargo, otras naciones, como Argentina, Rusia y la mayoría de Asia y África, han decidido prescindir de esta práctica debido a sus efectos adversos o a la falta de beneficios.
¿Seguirá existiendo el cambio de horario?
En la actualidad, muchos países debaten si deben mantener o eliminar el cambio de horario. En 2019, la Unión Europea aprobó una propuesta para permitir que los estados miembros decidan si desean seguir con el horario de verano o permanecer en el horario estándar. En Estados Unidos, algunos estados han solicitado la eliminación del cambio de horario.
Conclusión
El cambio de horario tiene una larga historia y ha sido adoptado por distintas razones, desde el ahorro de energía hasta la mejora de la seguridad y la economía. Sin embargo, sus efectos negativos han generado una discusión sobre su continuidad. A medida que los estudios y la opinión pública evolucionan, es posible que en el futuro veamos una eliminación progresiva de esta práctica.
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