10 Consejos para arrancar el año con productividad
Algunos años nos dan la impresión de que simplemente fluyen, logrando alcanzar todas nuestras metas con mucha productividad. Mientras que otros parecieran estar trabados desde el día uno. Aprende como tener el mejor año posible.
EMPRENDIMIENTO
1/13/20255 min leer


¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos años parecen evaporarse frente a nuestros ojos, mientras que otros dejan una huella indeleble en nuestra memoria? La respuesta, queridos lectores, está en cómo los comenzamos.
Me encuentro escribiendo este artículo mientras observo por la ventana cómo el invierno se apropia cada vez más de las calles. Y es precisamente este momento del año el que me hace reflexionar sobre los inicios, los recomienzos y, sobre todo, sobre la productividad.
Verán, como inmigrante, he tenido que "comenzar de nuevo" más veces de las que quisiera, pero como dicen por acá: “c'est la vie“. Y si hay algo que he aprendido en este viaje llamado VIDA, es que la manera en que estructuramos nuestros inicios determina, en gran medida, el desarrollo de todo lo que viene después.
Hace poco, mientras tomaba un café en una pequeña cafetería en una de mis zonas favoritas de Lyon, me encontré garabateando en mi libreta lo que terminaría siendo este artículo. Y es que, como emprendedor, sé que la productividad no es un lujo - es una necesidad absoluta.
Permítanme compartirles estos 10 consejos (referenciados a mis pasiones, hobbies y experiencias de vida) que, les aseguro, transformarán su manera de abordar el año. Y no, no son los típicos consejos que encontrarán en cualquier revista de autoayuda. Estos vienen directamente de la trinchera, de alguien que ha tenido que reinventarse una y otra vez.
1. La Regla de los Tres Mosqueteros
Siempre me ha fascinado esta novela de Alejandro Dumas, no solo por su trama sino por su lema: "Uno para todos y todos para uno". Aplicando este concepto a la productividad, les propongo lo siguiente: cada día, elijan tres tareas principales. Ni una más, ni una menos.
Verán, cuando era gerente en Venezuela (sí, en otra vida), solía tener listas interminables de pendientes. El resultado: terminaba el día agotado y con la sensación de no haber avanzado nada. Fue entonces cuando implementé esta regla: tres tareas principales por día. Si logras completarlas, cualquier cosa adicional es una victoria extra.
2. El Método del Cangrejo
¿Han visto alguna vez cómo camina un cangrejo? Da dos pasos adelante y uno hacia el lado. Puede parecer ineficiente, pero hay una lección vital aquí: a veces, para avanzar, necesitamos movernos lateralmente.
En mi experiencia como emprendedor, he aprendido que la productividad no siempre significa ir en línea recta hacia adelante. A veces, significa tomar un desvío estratégico. Por ejemplo, cuando inicié mi primer negocio en Sint Maarten, dediqué un mes entero a aprender sobre impuestos y regulaciones locales. Parecía un "paso lateral", pero fue fundamental para el éxito posterior.
3. La Técnica del Acordeón
Como algunos sabrán (y los que me siguen desde hace tiempo habrán leído), en mi juventud tuve una banda de rock. El acordeón, aunque no era parte de nuestro repertorio, nos enseña algo fundamental: para hacer música, necesita tanto expandirse como contraerse.
Apliquen esto a su productividad: alternen períodos de trabajo intenso con períodos de descanso igualmente intensos. Durante mis primeros años como emprendedor, creía que trabajar 16 horas diarias era la clave del éxito. ¡Qué equivocado estaba! La productividad real viene del ritmo, no de la constante aceleración.
4. El Principio del Submarinista
Durante mi época de submarinista (sí, otra de mis múltiples pasiones), aprendí algo crucial: antes de cada inmersión, hay que hacer un chequeo completo del equipo. No importa si has hecho mil inmersiones antes - cada vez es como si fuera la primera.
Apliquen esto a su año: dediquen tiempo cada domingo por la noche a hacer su "check de equipo" para la semana. Revisen su calendario, sus objetivos, sus herramientas. Es ese momento de preparación lo que hace la diferencia entre una semana productiva y una caótica.
5. La Ley de la Lechosa
Esto me hace recordar aquella anécdota que les conté sobre cómo "asesiné" el árbol de lechosa de mi abuela (lo siento nuevamente, abuela). La lección aquí es simple: a veces, en nuestro afán por ser productivos, cortamos cosas que necesitan tiempo para crecer.
La productividad no siempre significa acción inmediata. A veces significa plantar semillas y tener la paciencia de verlas crecer. En mi actual emprendimiento, pasé tres meses simplemente observando el mercado antes de tomar cualquier decisión importante.
6. El Arte del Café Doble
El café tiene un lugar especial en mi rutina diaria, y he aprendido a apreciarlo no solo como bebida sino como metáfora. La productividad viene en oleadas, como la cafeína.
Estructuren su día en "shots" de productividad. Períodos de 90 minutos de concentración intensa seguidos de descansos significativos. Es como cuando entraba al gimnasio (otra de mis pasiones): no puedes mantener la máxima intensidad durante toda la sesión.
7. La Técnica del Huracán
Habiendo vivido el huracán Irma en Sint Maarten, aprendí algo fundamental sobre la preparación. Un huracán no llega sin avisar - hay señales, hay tiempo para prepararse.
Apliquen esto a su productividad: dediquen tiempo a preparar su "refugio productivo". ¿Qué significa esto? Tengan su espacio de trabajo organizado, sus herramientas listas, sus sistemas establecidos. Cuando la tormenta de trabajo llegue (y créanme, llegará), estarán preparados.
8. El Método de la Guitarra
Como ex guitarrista de rock, aprendí que antes de cada presentación, había que afinar el instrumento. Pero lo más importante no era la afinación en sí, sino el ritual que representaba.
Creen sus propios rituales de productividad. Para mí, comenzar el día con una rutina específica es tan importante como ese primer café de la mañana. Es mi forma de "afinar" mi mente para el día que viene.
9. La Regla del Banco de Favores
Ya les he hablado antes del "banco de los favores", ese concepto que aprendí leyendo "La hoguera de las vanidades". Pero su aplicación a la productividad es algo que no había compartido antes.
Cada día, hagan al menos una cosa que beneficiará a su "yo" del futuro. Puede ser tan simple como preparar la ropa para mañana o tan complejo como automatizar un proceso repetitivo en su negocio. Son "depósitos" en su banco de productividad futura.
10. El Principio del Lomo Doblado
Y finalmente, llegamos al consejo que mi abuelo me dio hace tantos años: hay que doblar el lomo. La productividad real, la que genera resultados tangibles, requiere esfuerzo consciente y dedicado.
No busquen atajos. No existe una "píldora mágica" para la productividad. Como decía mi abuelo, hay que agacharse y hacer el trabajo como se debe.
Reflexión Final
La productividad, mis queridos lectores, no es una carrera de velocidad - es una maratón. Y como todo buen maratonista sabe, el éxito está en la preparación, en el ritmo y en la resistencia. Y recuerden: la productividad no es hacer más cosas - es hacer las cosas correctas, en el momento correcto, de la manera correcta.
Aquí les dejo algunos productos que podrían utilizar para incrementar su productividad:
Planner o agenda física: Ideal para planificar tareas diarias, semanales y mensuales.
Smart Panda (calendario magnético para nevera): Permite visualizar y planificar las compras de comida de la casa.
Pizarra blanca: Para visualizar metas, tareas importantes o recordatorios.
Auriculares con cancelación de ruido: Reducen distracciones externas y mejoran la concentración.
Organizador de escritorio: Para mantener papelería y herramientas organizadas y accesibles.
Reloj despertador inteligente: Con luz gradual o alarmas personalizables para empezar bien el día.
Libros de desarrollo personal y productividad: Ejemplos: "50 Habits to change your life" de Wilmer Lizardo. "Hábitos Atómicos" de James Clear o "Deep Work" de Cal Newport.
Cronómetro o reloj de escritorio estilo Pomodoro: Herramienta para implementar técnicas de gestión del tiempo.
Soporte para laptop ajustable: Para trabajar de manera más cómoda y saludable.
Paquete de post-its de colores: Para anotar recordatorios o dividir tareas.
Mochila o maletín organizador para laptop: Para quienes trabajan o estudian desde diferentes lugares.
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